Autoestima es masculino o femenino
¿Por qué los hombres tienen más autoestima que las mujeres?
En este estudio se utilizan datos de encuestas realizadas a adolescentes (alumnos de 9º curso). El uso del consentimiento de los niños fue aprobado por las escuelas y la Administración del Senado para la Educación, la Juventud y la Ciencia de Berlín, basándose en el riesgo mínimo del estudio. Se garantizó el anonimato.
Reimpresiones y autorizacionesSobre este artículoCite este artículoStreck, H., Nishen, A.K. & Kessels, U. Instrumentality Gives Girls the Edge: Gender-Differential Relations Between Instrumentality, Achievement Motivation, and Self-Esteem.
Sex Roles 86, 379-394 (2022). https://doi.org/10.1007/s11199-021-01270-1Download citationShare this articleCualquier persona con la que compartas el siguiente enlace podrá leer este contenido:Get shareable linkLo sentimos, actualmente no hay disponible un enlace compartible para este artículo.Copy to clipboard
Baja autoestima en francés
"Tal es la naturaleza de los hombres, que por más que reconozcan a muchos otros como más ingeniosos, o más elocuentes, o más doctos; sin embargo, difícilmente creen que haya muchos tan sabios como ellos mismos" -Thomas Hobbes, filósofo inglés.
El efecto arrogancia masculina/humildad femenina ha suscitado numerosas investigaciones en más de treinta países (Freund y Kasten, 2012; Furnham, 2017). Un metaanálisis anterior de estudios realizado por Syzmanowicz y Furnham (2011) encontró que el efecto era robusto con un tamaño medio del efecto de d = 0,37, que es un tamaño del efecto de pequeño a moderado. Entonces, si los hombres y las mujeres no difieren en inteligencia general pero los hombres proporcionan estimaciones más altas de su propia destreza intelectual que las mujeres, ¿qué factores explican esta discrepancia?
Uno de los sesgos señalados en la bibliografía es el "efecto por encima de la media" (Alicke, 1985; Dunning et al., 1989; Kruger, 1999; Kruger y Dunning, 1999), que sostiene que para rasgos socialmente deseables como la competencia y la capacidad intelectual, existe una tendencia a que la mayoría de las personas se vean a sí mismas como mejores que la media. La implicación de esto, argumentan Kruger y Dunning (1999), es que esas opiniones excesivamente favorables de sus capacidades significan que una gran proporción de la población es "poco competente y no es consciente de ello", p. 1121. Tal afirmación contrasta con las pruebas sobre la exactitud general de las autoestimaciones de la inteligencia examinadas anteriormente, aunque el número de estudios que lo comprueban empíricamente con pruebas de CI psicométricamente válidas es escaso.
Roles de género y autoestima
Cuando las mujeres no consiguen alcanzar sus objetivos profesionales, los líderes tienden a atribuirlo a una falta de confianza en sí mismas. Y cuando las mujeres demuestran altos niveles de confianza a través de comportamientos, como ser extrovertidas o asertivas, corren el riesgo de exagerar e, irónicamente, ser percibidas como faltas de confianza. Sea cual sea el resultado, se culpa a las mujeres de su falta de progresión profesional, un ataque que comparten con otros grupos infrarrepresentados. Esto lleva a las mujeres a machacarse a sí mismas, lo que puede debilitar la autoestima y, en una espiral descendente, erosionar aún más la autopercepción de confianza.
Se exhorta regularmente a las mujeres a que demuestren confianza en sí mismas como estrategia para progresar en sus carreras, aumentar su salario y tener más éxito en el trabajo. Las guías de autoayuda recomiendan a las mujeres "inclinarse" para alcanzar sus objetivos, "mantenerse firmes", establecer un fuerte contacto visual, afinar la voz, las posturas y los gestos para mostrarse más asertivas y "fingir hasta conseguirlo". Las mujeres tienen que hacer todo esto a la vez que equilibran en el filo de la navaja la necesidad de seguir siendo simpáticas y cálidas pareciendo poco intimidatorias, poco enérgicas y poco dominantes.
Significado de la autoestima
En la psicología analítica, el ego se asocia con la conciencia y el principio masculino. Aunque el principio femenino caracteriza generalmente el inconsciente, no se le asignó una estructura psíquica equivalente al ego. Este artículo propone un modelo de la psique en el que el yo y el ego son los modos principales de la experiencia psíquica. El yo como modo de "ser" representa el principio femenino y funciona según el proceso primario; el ego representa el "hacer", el principio masculino y el proceso secundario. Los principios femenino y masculino se consideran de igual importancia tanto en hombres como en mujeres y no se limitan al género. El concepto del yo de Jung está relacionado con los conceptos metafísicos hindúes de Atman y Brahman, cuya fuente era la antigua religión pagana aria orientada a la naturaleza. La prominencia del yo en la psicología analítica y su simbolismo predominantemente "femenino" pueden entenderse como la reacción de Jung al énfasis psicoanalítico en el ego y a la orientación "patriarcal" de Freud. En la Cábala se produjo un desarrollo similar cuando el principio femenino de la Shekinah emergió con un papel central y redentor, como compensación mítica a la religión judaica abiertamente patriarcal. En el modelo propuesto de la psique, ni el ego ni el yo representan la totalidad psíquica. La interacción de ambos modos/principios psíquicos constituye la psique y el proceso de individuación.