Rasgos de la cara que definen la personalidad
Test de personalidad facial
Este artículo trata sobre el proceso cognitivo. Para el fenómeno psicológico de ver caras en objetos inanimados, véase Pareidolia. Para la percepción facial por ordenador, véase Sistema de reconocimiento facial.
La percepción facial es la comprensión e interpretación del rostro por parte de un individuo. En este caso, la percepción implica la presencia de conciencia y, por tanto, excluye los sistemas automatizados de reconocimiento facial. Aunque el reconocimiento facial se da en otras especies,[1] este artículo se centra en la percepción facial en humanos.
La percepción de los rasgos faciales es una parte importante de la cognición social[2]. La información obtenida del rostro ayuda a las personas a comprender la identidad de los demás, lo que piensan y sienten, anticipar sus acciones, reconocer sus emociones, establecer conexiones y comunicarse a través del lenguaje corporal. Desarrollar el reconocimiento facial es un elemento necesario para construir sociedades complejas. Ser capaz de percibir la identidad, el estado de ánimo, la edad, el sexo y la raza permite a las personas moldear la forma en que interactuamos entre nosotros y comprender nuestro entorno inmediato[3][4][5].
¿Se puede distinguir la personalidad a partir de los rasgos faciales?
Existen numerosas pruebas de que las señales morfológicas y sociales del rostro humano indican la personalidad y el comportamiento humanos. Estudios anteriores han descubierto asociaciones entre los rasgos de imágenes faciales artificiales compuestas y las atribuciones de rasgos de personalidad por parte de expertos humanos.
¿Puede la apariencia determinar la personalidad?
Tendemos a pensar que nuestra apariencia está separada de lo que somos. Pero resulta que rasgos físicos como la altura o el atractivo pueden moldear nuestra personalidad, nuestro comportamiento e incluso nuestra política.
¿Qué dicen los rasgos faciales sobre la personalidad?
Aunque lo normal es esforzarse por causar una buena primera impresión en las situaciones sociales, estudios recientes llevan a los científicos a pensar que se tiene menos control sobre las primeras impresiones de lo que se cree.
Según investigadores de la Universidad de Nueva York (NYU), los seres humanos tienden a hacer juicios rápidos de la personalidad de uno basándose no sólo en los rasgos faciales, sino también en creencias preexistentes sobre qué rasgos de la personalidad van juntos.
"Las personas se forman impresiones de la personalidad a partir del aspecto facial de los demás en sólo unos cientos de milisegundos", afirma, según ScienceDaily. "Las impresiones faciales están moldeadas no sólo por los rasgos específicos de un rostro, sino también por nuestras propias creencias sobre las personalidades... los indicios que hacen que un rostro parezca competente y los que hacen que un rostro parezca amable son físicamente más similares para quienes creen que la competencia y la amabilidad coexisten en las personalidades de otras personas".
Aunque los estudios demuestran que estas primeras impresiones parecen ser, en su mayor parte, coherentes, a menudo son inexactas; quienes dan sistemáticamente la impresión de poseer un conjunto de determinados rasgos de personalidad a menudo no los poseen en absoluto.
Análisis de rasgos faciales
ResumenExisten numerosas pruebas de que los rasgos morfológicos y sociales del rostro humano proporcionan señales de la personalidad y el comportamiento humanos. Estudios anteriores han descubierto asociaciones entre los rasgos de imágenes faciales artificiales compuestas y las atribuciones de rasgos de personalidad por parte de expertos humanos. Presentamos nuevos hallazgos que demuestran la predicción estadísticamente significativa de un conjunto más amplio de rasgos de la personalidad (los cinco grandes rasgos de la personalidad), tanto para hombres como para mujeres, utilizando imágenes faciales estáticas de la vida real. Participantes voluntarios (N = 12.447) proporcionaron fotografías de sus rostros (31.367 imágenes) y completaron una medida de autoinforme de los Cinco Grandes rasgos. Se entrenó una cascada de redes neuronales artificiales (RNA) en un gran conjunto de datos etiquetados para predecir las puntuaciones de los Cinco Grandes. Las correlaciones más altas entre las puntuaciones de personalidad observadas y las predichas se dieron en el caso de la concienciación (0,360 para los hombres y 0,335 para las mujeres) y el tamaño medio del efecto fue de 0,243, superando los resultados obtenidos en estudios anteriores con "selfies". Los resultados apoyan firmemente la posibilidad de predecir perfiles de personalidad multidimensionales a partir de imágenes faciales estáticas utilizando RNA entrenadas en grandes conjuntos de datos etiquetados. En futuras investigaciones se podría estudiar la contribución relativa de los rasgos morfológicos del rostro y otras características de las imágenes faciales a la predicción de la personalidad.
Análisis facial personalidad online
En la vida cotidiana, las suposiciones sobre la personalidad de nuestros compañeros, así como sobre la nuestra propia, determinan las interacciones sociales. Se investigó si la personalidad autoevaluada y las inferencias extraídas de las caras de los compañeros influyen en las decisiones económicas. Los participantes (N = 285) jugaron al juego de la confianza en el papel del fiador y al juego del ultimátum en el papel del proponente, e interactuaron con fiadores y receptores representados por caras de personalidades prototípicas. Los participantes también evaluaron sus propios rasgos y la personalidad de las caras. En el juego de la confianza, los fideicomisarios representados por rostros más agradables obtuvieron mayores cantidades transferidas. Este efecto fue más pronunciado para los fideicomisarios con bajo nivel de confianza disposicional, mientras que los fideicomisarios con alto nivel de confianza disposicional no relacionaron sus decisiones con las caras. Los fideicomisarios representados por caras calificadas como más concienzudas obtuvieron mayores cantidades transferidas sólo en el caso de los fideicomisarios con un alto nivel de ansiedad disposicional. En el juego del ultimátum, los receptores representados por rostros con mayor grado de conciencia sólo hicieron ofertas más bajas a los proponentes con mayor grado de asertividad disposicional. Estos resultados amplían las conclusiones anteriores sobre las inferencias extraídas de los rasgos faciales y la influencia de la personalidad en la toma de decisiones. Destacan la importancia de tener en cuenta la personalidad de ambos interlocutores, así como las posibles interacciones de los rasgos de los jugadores.