Dime con quien andas y te dire quien eres psicologia
Tú eres con quien te juntas psicología
Resulta que no es sólo una excusa. Existen límites bien definidos para el número de amigos y conocidos que una persona media puede conservar. Pero la cuestión de si esos límites son los mismos en el mundo digital actual -en el que es habitual tener perfiles en redes sociales, o foros online, con miles de seguidores- es más complicada.
Según el antropólogo británico Robin Dunbar, el "número mágico" es 150. Dunbar se convenció de que existía una relación entre el tamaño del cerebro y el de los grupos gracias a sus estudios sobre primates no humanos. Esta relación se trazó utilizando neuroimágenes y la observación del tiempo dedicado al acicalamiento, un importante comportamiento social de los primates. Dunbar llegó a la conclusión de que el tamaño, en relación con el cuerpo, del neocórtex -la parte del cerebro asociada a la cognición y el lenguaje- está vinculado al tamaño de un grupo social cohesionado. Esta relación limita la complejidad que puede soportar un sistema social.También te puede interesar:- Los números que pueden llevar al desastre - ¿Las redes sociales son malas para la salud? - La "regla del 3,5%": Cómo una pequeña minoría puede cambiar el mundo
Eres con quien andas diciendo
El mes pasado, el ex Sargento Mayor (Retirado) de los Boinas Verdes Karl Erickson explicó una sencilla táctica militar que puedes utilizar para saber si alguien está mintiendo. Pero ahora que sabes que está tratando de engañarte, ¿qué sigue? He aquí algunos juegos mentales que Erickson aprendió a lo largo de sus años de servicio y de su formación con John E. Reid and Associates, y que puedes utilizar para obtener confirmación y más información incluso de la persona más reservada.
En este ejemplo, supongamos que crees que un empleado ha compartido información confidencial sobre tu empresa con un competidor", dice Erickson. "Empieza haciéndole la misma pregunta de tres formas distintas. No buscas que metan la pata en su historia, sino frases cuidadosamente repetidas, señales de que han ensayado su respuesta. Una respuesta del tipo "Esa es mi historia y me atengo a ella". En los negocios, la política y la guerra, la elección demasiado deliberada de las palabras es un buen indicio de que hay algo que no quieren que sepas": Cómo saber si alguien mientePonte de su parte: "En lugar de golpear la mesa con la mano y gritar: '¡Tienes que contármelo todo! Hago lo contrario. Intento demostrarles que estoy de su parte. Les digo cosas como: "Mira, sé que dices que no lo hiciste, pero entiendo por qué lo hiciste. No tenías elección. Si yo estuviera en tu lugar, probablemente habría hecho lo mismo". A veces basta un poco de empatía para que alguien se abra y se desahogue".
Muéstrame tus amigos y te diré quién eres origen
A pesar de lo que nos quieren hacer creer las Spice Girls, no es cierto que la amistad nunca se acabe: La mayoría de las amistades de secundaria no duran ni un año. Y mientras algunas amistades adultas duran toda la vida, otras nos hacen sentir como si estuviéramos sentenciados de por vida. A veces es obvio: un supuesto amigo te roba el dinero, la pareja o, en el caso de Taylor Swift, los bailarines de acompañamiento. Pero a veces no es tan obvio: ¿Te aguantas con un amigo que lucha contra la adicción? ¿Puedes seguir siendo amigo de alguien cuyos valores sufren un cambio radical? ¿Dejas atrás a un amigo aburrido o te recuerdas a ti mismo que la verdadera amistad no se basa en el entretenimiento? Y, por supuesto, ¿qué hacer cuando una amistad empieza fuerte y se esfuma? No ha pasado nada, pero ya no hay nada. ¿Está bien dejarlo ir?
Básicamente, no necesitas una lista de razones legítimas y no legítimas para poner fin a una amistad. Déjate llevar por tus instintos y tu corazón. Dicho esto, aquí tienes siete preguntas que puedes hacerte para aclarar un poco las situaciones confusas:
Enséñame tus amigos y te diré quién eres
Las personas con las que pasamos más tiempo influyen en nuestra forma de pensar, de actuar y en las decisiones que tomamos a diario. ¿Has estado alguna vez con un compañero al que no le gustaba su trabajo, su jefe o la empresa? ¿Te diste cuenta de que empezabas a sentir lo mismo cuanto más tiempo pasabas a su lado? Probablemente no sea la relación más sana para estar cerca de muchos.
Es importante dedicar tiempo a apoyar a las personas que lo necesitan cuando se presentan retos, pero no son éstas las situaciones a las que me refiero. Me refiero a las personas de nuestra vida que nos drenan la energía porque prosperan compartiendo su propia negatividad. Ya vivimos en un mundo que nos rodea de negatividad: estamos expuestos a ella con regularidad a través de los medios de comunicación, recibimos quejas en el trabajo o incluso nos la transmite el desconocido que pasa en coche con rabia. Así que, ¿por qué asumir más negatividad voluntariamente? No sólo afecta a la perspectiva que tenemos de nuestra propia vida, sino también a nuestra salud mental.
Pero a menudo es más fácil decirlo que hacerlo, ya que la mayoría de la gente no es consciente del tipo de personas con las que se relaciona. La gente suele ser reactiva, así que nos rodeamos de personas que están en nuestra misma situación. Lo que olvidamos es que, en última instancia, tenemos el control y somos los únicos responsables de elegir con quién nos relacionamos y con quién pasamos el tiempo.