Que es el sindrome de estocolmo psicologia
Síndrome de Estocolmo manhwa
El síndrome de Estocolmo es un trastorno en el que los rehenes desarrollan un vínculo psicológico con sus captores[1][2]. Se supone que es el resultado de una serie de circunstancias bastante específicas, a saber, los desequilibrios de poder que se dan en la toma de rehenes, el secuestro y las relaciones abusivas. Por lo tanto, es difícil encontrar un gran número de personas que experimenten el síndrome de Estocolmo para realizar estudios con algún tipo de potencia. Esto dificulta la determinación de tendencias en el desarrollo y los efectos de la afección[3] y, de hecho, se trata de una "enfermedad controvertida" debido a las dudas sobre su legitimidad[4].
Pueden formarse lazos emocionales entre captores y cautivos, durante un tiempo íntimo juntos, pero generalmente se consideran irracionales a la luz del peligro o riesgo soportado por las víctimas. El síndrome de Estocolmo nunca se ha incluido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales o DSM, la herramienta estándar para el diagnóstico de enfermedades y trastornos psiquiátricos en EE.UU., debido principalmente a la falta de un cuerpo consistente de investigación académica[4] El síndrome es poco frecuente: según datos del FBI, alrededor del 8% de las víctimas de rehenes muestran evidencias del síndrome de Estocolmo[5].
Síndrome del tío Tom
El síndrome de Estocolmo es una condición propuesta en la que los rehenes desarrollan un vínculo psicológico con sus captores[1][2]. Se supone que es el resultado de un conjunto de circunstancias bastante específicas, a saber, los desequilibrios de poder contenidos en la toma de rehenes, el secuestro y las relaciones abusivas. Por lo tanto, es difícil encontrar un gran número de personas que experimenten el síndrome de Estocolmo para realizar estudios con algún tipo de potencia. Esto dificulta la determinación de tendencias en el desarrollo y los efectos de la afección[3] y, de hecho, se trata de una "enfermedad controvertida" debido a las dudas sobre su legitimidad[4].
Pueden formarse lazos emocionales entre captores y cautivos, durante un tiempo íntimo juntos, pero generalmente se consideran irracionales a la luz del peligro o riesgo soportado por las víctimas. El síndrome de Estocolmo nunca se ha incluido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales o DSM, la herramienta estándar para el diagnóstico de enfermedades y trastornos psiquiátricos en EE.UU., debido principalmente a la falta de un cuerpo consistente de investigación académica[4] El síndrome es poco frecuente: según datos del FBI, alrededor del 8% de las víctimas de rehenes muestran evidencias del síndrome de Estocolmo[5].
Ptsd
La cultura pop suele representar el síndrome de Estocolmo en escenarios en los que los supervivientes de un secuestro se enamoran de sus captores, expresan simpatía por ellos o conspiran junto a ellos. Un ejemplo tristemente célebre ocurrió en 1974, cuando un grupo de terroristas domésticos secuestró a Patty Hearst, una heredera mediática estadounidense de 19 años. Tras su secuestro, Hearst anunció su apoyo al grupo y ayudó a sus captores a atracar un banco. Mientras la nación observaba el desarrollo de su caso en los titulares de primera plana, muchos argumentaron que a la adolescente le habían lavado el cerebro. Algunos atribuyeron las acciones de la famosa víctima al síndrome de Estocolmo, un término relativamente nuevo en aquella época.
El síndrome de Estocolmo es un fenómeno complejo y a menudo malinterpretado. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5 TR) no define el síndrome de Estocolmo como un trastorno mental. En cambio, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) lo considera una respuesta mental y emocional.
El síndrome de Estocolmo suele considerarse un mecanismo psicológico de defensa o de afrontamiento que experimentan algunas personas en situaciones traumáticas extremas, como el secuestro, el maltrato doméstico o la trata de seres humanos con fines sexuales. Hemos hablado con psicólogos para saber más sobre el síndrome de Estocolmo y cómo se manifiesta en diferentes situaciones, como las relaciones abusivas y las dinámicas poco saludables en el lugar de trabajo.
Стокгольмский синдром
El Síndrome de Estocolmo parece ser una respuesta emocional automática, probablemente inconsciente, a la experiencia traumática de ser víctima. Afecta por igual a rehenes y secuestrados y sirve para unir a ambos, por ser víctimas del entorno de asedio, contra los extraños. Este vínculo emocional positivo entre víctima y sujeto es un mecanismo de defensa del ego en situaciones de estrés. La prioridad en las situaciones con rehenes es la supervivencia de todos los participantes. El Síndrome de Estocolmo puede salvar la vida tanto de la víctima como del sujeto, ya que reduce la tendencia de éste a la violencia y, por tanto, la posible necesidad de una toma por parte de las fuerzas de seguridad.