Que es la alianza terapeutica en psicologia

Confianza en la alianza terapéutica
El concepto de alianza terapéutica tiene su origen en las teorías psicoanalíticas (por ejemplo, Freud 1912/1958, 1913; Greenson 1965). Ahora se ha convertido en un concepto panteórico (Ackerman y Hilsenroth 2003). La alianza terapéutica se define en términos generales como el vínculo global entre el terapeuta y el cliente que evoluciona durante el proceso de la terapia (Horvath et al. 2011). Aunque existen diferentes conceptualizaciones de la alianza terapéutica, tres aspectos que suelen destacarse son la capacidad del paciente y del terapeuta para ponerse de acuerdo sobre los objetivos y las tareas del tratamiento, la naturaleza colaborativa de la relación y el vínculo afectivo entre paciente y terapeuta (Bordin 1979; Gaston 1990; Horvath y Symonds 1991; Saunders et al. 1989).
¿Qué es la alianza terapéutica en psicología?
Se postula que la alianza terapéutica es una medida del compromiso mutuo del terapeuta y el cliente en el trabajo de la terapia, por lo que representa un componente importante para lograr el éxito del tratamiento, independientemente de la modalidad de tratamiento específica empleada (3).
¿Cuál es la finalidad de la alianza terapéutica?
La alianza terapéutica es una relación positiva entre un terapeuta y un cliente, en la que el cliente confía en el terapeuta y ambos trabajan para alcanzar objetivos comunes. Una alianza terapéutica sólida te ayudará a sentirte más seguro en la terapia y hará más probable que saques provecho de las sesiones.
Alianza en psicoterapia individual
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El concepto de alianza terapéutica se remonta a Sigmund Freud. A lo largo de su evolución, el significado de la alianza terapéutica ha cambiado tanto en su forma como en sus implicaciones. Lo que comenzó como un constructo analítico se ha convertido, a lo largo de los años, en una formulación transteórica,[1] una variable integradora,[2] y un factor común[3].
En su permutación analítica, Freud sugirió la importancia de permitir que el paciente fuera un "colaborador" en el proceso terapéutico. En sus escritos sobre la transferencia, Freud pensaba que los sentimientos del paciente hacia el terapeuta se asemejaban a los elementos no conflictivos y de confianza de las relaciones tempranas con los padres del paciente, y que esto podía servir de base para colaborar de esta manera.
En años posteriores, los psicólogos del ego popularizaron un constructo que relacionarían con la adaptación orientada a la realidad del ego al entorno. Para algunos psicólogos del yo,[4][5][6][7] el constructo reorientó el pensamiento psicoanalítico, alejándolo de un énfasis excesivo en la transferencia y permitiendo una mayor flexibilidad técnica entre las diferentes modalidades psicoterapéuticas. También cuestionó la idea del terapeuta como tabula rasa, o pantalla en blanco, y se alejó de la postura idealizada del terapeuta de abstinencia y neutralidad. En su lugar, llamó la atención sobre la dimensión real y sentida de la relación terapéutica y defendió que el terapeuta es un apoyo y que el paciente se identifica con el terapeuta.
La generalizabilidad del concepto psicoanalítico de alianza de trabajo
Antecedentes: La alianza de trabajo ha demostrado predecir los resultados de los tratamientos psicológicos en múltiples estudios. A la inversa, también se ha observado que los cambios en las puntuaciones de los resultados predicen las puntuaciones de la alianza de trabajo.
Métodos: Las puntuaciones de la alianza de trabajo fueron realizadas tanto por el paciente como por el terapeuta después de las sesiones 1, 3 y 5 de un curso de Terapia Cognitiva para el TEPT (TC-TEPT). Se utilizaron modelos autorregresivos de panel con retardo cruzado para examinar si la alianza de trabajo predecía la gravedad de los síntomas del TEPT en el siguiente punto de evaluación y viceversa. Las regresiones lineales probaron la relación entre la alianza y el resultado del tratamiento.
Resultados: Las puntuaciones de la alianza de trabajo tanto de los pacientes como de los terapeutas tras la sesión 1 predijeron las puntuaciones de los síntomas de TEPT al final del tratamiento, controlando las puntuaciones basales. En cada punto de evaluación, una mayor alianza de trabajo con el terapeuta se asoció con menores síntomas de TEPT. Se encontraron asociaciones cruzadas para la alianza calificada por el terapeuta, pero no para la alianza calificada por el paciente: las calificaciones más altas de la alianza de los terapeutas predijeron puntuaciones más bajas de los síntomas de TEPT en el siguiente punto de evaluación. Del mismo modo, los síntomas de TEPT más bajos predijeron calificaciones más altas de la alianza de trabajo del terapeuta en el siguiente punto de evaluación. El pensamiento rumiativo se relacionó negativamente con las calificaciones de alianza de los terapeutas.
Alianza Bordin
Antes de iniciar la psicoterapia, la mayoría de los pacientes se preguntan: "¿Me ayudará realmente este asesoramiento con mis problemas?". Las investigaciones demuestran que hay muchos factores que influyen en el éxito del tratamiento, entre ellos la gravedad del problema o problemas que se tratan, la creencia del paciente de que el asesoramiento funcionará y el nivel de habilidad del terapeuta.
Sin embargo, las investigaciones de los últimos cincuenta años han demostrado que hay un factor -más que ningún otro- que está asociado al éxito del tratamiento: la calidad de la relación entre el terapeuta y el paciente.
En 1913, Sigmund Freud planteó la hipótesis de que la relación entre el terapeuta y el paciente era un componente clave del éxito del tratamiento. Desde entonces, la investigación ha demostrado que la calidad de esta relación (la "alianza terapéutica", como se la denomina) es el factor que mejor predice el éxito de la terapia.
Sorprendentemente, la calidad de la relación terapéutica parece ser fundamental para el éxito del tratamiento, independientemente del tipo de tratamiento que se estudie. Se han llevado a cabo amplios estudios sobre terapia individual, de pareja y familiar, utilizando diversos métodos de evaluación para medir la calidad de la relación (es decir, informes del paciente o del terapeuta o valoraciones observacionales). Estos estudios, que utilizaron diversos grupos de pacientes (niños y adultos, pacientes hospitalizados y ambulatorios) tratados por todo tipo de problemas (es decir, depresión, ansiedad, abuso de drogas, problemas laborales y sociales), muestran todos la importancia de la relación terapéutica en el resultado del tratamiento.